FARMACOLOGIA EN
ODONTOPEDIATRIA.
El empleo inapropiado de los fármacos durante la
infancia es uno de los factores conocidos que más contribuye en el problema de
aparición de resistencias. La mayor parte de estos errores tienen su origen en
que el profesional que ha prescrito los fármacos no ha tenido suficiente
información, relativa a ese medicamento, al alcance de la mano (indicación,
interacciones, contraindicaciones, dosis terapéuticas o efectos secundarios).
También influye el no poder contar con información clínica sobre anteriores
episodios del niño o posibles alergias, así como los resultados de pruebas
analíticas que se le hayan realizado con anterioridad.
Los errores en la dosificación y administración de los
fármacos, que se producen en adultos, se pueden multiplicar por tres o seis veces
en el caso de los pacientes pediátricos.
Es importante que el odontopediatra ajuste la dosis a
la edad y características fisiopatológicas del niño; como también lo es, que
conozca la farmacocinética y de la farmacodinamica de los medicamentos en el niño,
que no son ni mucho menos superponibles al adulto y que, dentro de la población
pediátrica, son, a su vez, diferentes en función de la edad del paciente y del
grado de maduración de sus órganos y sistemas.
En referencia a la farmacocinética, debemos conocer
que la absorción de los fármacos administrados en niños puede ser muy variable
dependiendo del pH gástrico, la motilidad intestinal o el riego tisular. La
distribución puede también diferir debido a la distinta composición orgánica,
esto es, al contenido de agua y grasa. y su eliminación se encuentra
condicionada por el grado de madurez hepática y renal de cada paciente
pediátrico, entre otros factores.
Antes de indicar un
medicamento debemos evaluar una serie de aspectos como son:
1. La farmacocinética, que va a ser distinta en el niño que en el adulto
Por ej: la
absorción, va a ser menor en el niño, por que en general los pacientes niños
principalmente los lactantes tienen un tránsito intestinal mayor, es decir,
defecan mas, por esta razón absorben menos los medicamentos. (especialmente los
lactantes)
2. La distribución, también es distinta en niños que en adultos, en porcentaje
el niño posee mayor cantidad de agua que el adulto, especialmente el lactante,
que tiene alrededor de un 80% de agua, por lo tanto los medicamentos también se
distribuyen en forma distinta en el niño que en el adulto.
3. La biotransformación, es menor debido a que todo el sistema enzimático a
nivel del higado está inmaduro, especialmente en los lactantes, lo que hace que
los medicamentos funcionen y tengan un mecanismo distinto.
4. La excreción, también se ve retardada especialmente por una inmadurez
renal principalmente en lactantes.
También debemos considerar
las vías de administración
Al elegir
un medicamento en el paciente niño debemos considerar:
·
Que se encuentre en dosis pediatrica (no todos los medicamentos se
encuentran en dosis pediatica)
·
Escoger aquellas vías que sean mas factibles o mas fáciles de medicar con
un niño: actualmente los comprimidos no son fáciles de administrar
especialmente en un niño muy pequeño, en el cual vamos a preferir el uso de
gotas, supositorios ,jarabes, suspenciones etc.
·
Características del paciente individual
Considerar:
la edad, el peso, masa corporal.
·
Si presenta alguna patología o enfermedad de base que pueda interferir con
algún medicamento
·
Si el paciente está ingiriendo algún
otro medicamento.
·
Tambien debemos considerar que este es un paciente que esta en crecimiento
y desarrollo, por lo tanto van a haber algunos medicamentos que pueden alterar
estos factores. Conocido por ej. Es el efecto que produce la tetraciclina , a
nivel dentario y a nivel óseo, o por ejemplo tratamientos de corticoides que tambien pueden alterar el
desarrollo de éste paciente.
·
Por último debemos considerar la compra del medicamento, lo cual va a tomar
importancia de acuerdo al nivel socioeconómico en que estemos trabajando, va a
ser un parámetro a considerar al indicar un medicamento.
DOSIFICACION.
La dosificación de los fármacos en la infancia se
puede realizar de dos maneras:
A. Mediante una tabla que
relaciona la edad del niños con la dosis de adulto.
EDAD
|
DOSIS
ADULTA
|
6 meses
|
1/5
|
1 año
|
1/4
|
3 años
|
1/3
|
7,5 años
|
1/2
|
12 años
|
1
|
B. Ajustando la dosis del
medicamento por kilogramo de peso del niño.
Debemos dosificar siempre en unidades como mililitros,
centímetros cúbicos o gotas. Las equivalencias con las cucharadas son:
Cucharada sopera = 7,5
centímetros cúbicos (cc)
Cucharada de café = 5
centímetros cúbicos (cc)
Cucharada de moka = 3
centímetros cúbicos (cc)
Edad
|
Peso
(Kg.)
|
Superficie
corporal (m2)
|
% de la
dosis del adulto
|
4 SEMANAS
2 MESES
4 MESES
1 AÑO
3 AÑOS
7 AÑOS
12 AÑOS
|
3,5
4.5
6,5
10
15
23
40
|
0,21
0,28
0,36
0,49
0,65
0,87
1,27
|
12,5
15
20
25
33
50
75
|
TABLA I.- RELACIÓN ENTRE
EDAD-PESO-SUPERFICIE CORPORAL (m2)-PORCENTAJE DE DOSIS EMPLEADA EN
ADULTOS
No existen reglas fijas para el cálculo de la dosis
óptima de un medicamento determinado para su utilización en niños. Las
múltiples aproximaciones que se han descrito, hasta la fecha, revelan la
complejidad real de este problema. La utilización de la edad del niño como guía
para el ajuste de la dosis puede provocar errores graves al no tener en cuenta
las amplias variaciones de peso de los niños de un mismo grupo de edad.
Tampoco el ajuste de la dosis basado exclusivamente en
el peso del niño parece una aproximación adecuada, ya que aplicando una de las
fórmulas habituales [Dosis pediátrica = Dosis adulto X (Peso niño/Peso adulto)]
es bastante frecuente que se obtengan dosis inferiores a las teóricamente
eficaces.
La aplicación del cálculo de la dosis según la
superficie corporal, en metros cuadrados, probablemente proporcione una mejor
estimación de la dosis de un fármaco apropiada para un niño. Los argumentos a
favor de este método de cálculo se basan en la relación entre la superficie
corporal y varios parámetros fisiológicos como el gasto cardíaco, el volumen
sanguíneo, el volumen extracelular, la función respiratoria, el flujo renal y
la filtración glomerular, que pueden tener una estrecha relación con el
metabolismo y la excreción de fármacos.
Según esta regla, y teniendo en cuenta que la
superficie corporal es proporcionalmente mayor que el peso cuanto menor tamaño
presenta el sujeto, las dosis calculadas mediante este método serán
proporcionalmente mayores que las calculadas únicamente en función del peso
corporal:
Dosis pediátrica = (Sup.corporal (m2)/1,8)
x Dosis adulto
A medida que el niño crece, aumenta el peso y la
superficie corporal, si bien este último parámetro antropométrico aumenta en
menor proporción. La superficie corporal puede obtenerse a partir de nomogramas
que se utilizan para el cálculo el peso y la talla del niño. En ausencia de
estos nomogramas puede utilizarse una aproximación basada en el cálculo de la
dosis según la fórmula anterior con la introducción de un factor de poderación:
Dosis pediátrica = Dosis adulto x (Peso niño/Peso
adulto) x 0,7
La experiencia clínica con la mayoría de los fármacos
parece indicar que la dosificación según la superficie corporal resulta más
adecuada que la basada en otras estimaciones.
ERRORES DE
DOSIFICACION Y ADMINISTRACION.
Los errores más frecuentemente referidos son:
- Extrapolar datos confirmados para el paciente adulto al pediátrico.
- Carencia de material apropiado para medir la dosis prescrita.
- Falta de presentaciones farmacéuticas adecuadas para facilitar la dosificación o administración del fármaco al paciente pediátrico.
- Confusión en las unidades de medida al prescribir, preparar o administrar los fármacos heróicos. Por ejemplo, microgramos (mcg.) por miligramos (mg.).
- Errores de cálculo o de transcripción de los datos.
- Utilización de cucharas o cucharillas de café como unidades de medida: el volumen puede variar el cien por cien de un tipo a otro de cubertería.
- Superar la dosis máxima del adulto. Es frecuente en adolescentes obesos por el hábito de calcular la dosis por kilo de peso y día.
- Omisión de la dosis que coincide con el horario escolar o nocturno.
- En los procesos crónicos, administración de fármacos caducados o mal conservados.
USO Y ABUSO DE FARMACOS EN PEDIATRIA.
El concepto fármaco igual a un artículo de consumo,
como algo que puede tomarse o dejarse de tomar, está íntimamente relacionado
con su dispensación fuera de las farmacias y su promoción en los medios de
comunicación, ignorando en muchas ocasiones los riesgos que conlleva toda
terapia, incluso la controlada. España se encuentra entre los países con mayor
automedicación con antibióticos.
Nuestra labor como profesionales de la salud que
tratamos enfermedades orales con repercusiones sistémicas y ayudamos a
prevenirlas, consta de una tríada terapéutica: Información, Consejo terapéutico
y Educación. Aplicar en nuestra práctica diaria estos tres elementos del acto
médico conllevará una visión global imprescindible al acto de prescribir
fármacos.
- Información. Si a cualquier persona se le explica por qué y para qué se le receta o no un medicamento comprenderá y aceptará de mejor grado las decisiones que se tomen. El conocimiento básico, con lenguaje inteligible para los pacientes, de la enfermedad que vamos a tratar ayuda a comprender el manejo de la misma.
- Consejo terapéutico. El incumplimiento terapéutico es un grave problema en tratamientos agudos y crónicos y refleja un planteamiento incompleto o mal comprendido de los objetivos que tiene cualquier tratamiento. Si el paciente no está informado, difícilmente conseguiremos un uso adecuado de los fármacos. Si, al mismo tiempo, explicamos las condiciones de uso y limitaciones de los fármacos administrados: dosis, frecuencia de las dosis, tiempo de tratamiento, condiciones de toma, etc... estaremos dibujando el perfil correcto para el uso de este fármaco en las condiciones presentes y futuras. Solamente mediante pacientes convencidos e informados conseguiremos disminuir una automedicación desordenada y errónea, así como el incumplimiento terapéutico.
- Educación. Una gran parte de los usos erróneos de la automedicación han surgido del modelo médico del que han aprendido. Los profesionales de la salud somos el modelo educativo sanitario para nuestros pacientes. Mantener una actitud rigurosa en nuestra labor es una buena manera de definir las condiciones de uso de los fármacos. Con una actitud educativa habitual incidiremos sobre amplios grupos de población que podrán influir directamente sobre su entorno familiar y de amistades. Este aspecto es de la mayor importancia en la automedicación de los niños por parte de sus padres o cuidadores.
Cuando se incluye como incumplimiento desde un olvido
puntual hasta un abandono total del tratamiento, las cifras llegan a alcanzar
el 66% para cualquier población occidental. De todas ellas las más comunes son:
-
Disminución de la dosis por iniciativa
propia del paciente.
-
Reducción de la duración por iniciativa propia del paciente.
-
Adaptación del horario a conveniencia del consumidor.
-
Disminución de la frecuencia de administración.
Bibliografía
secretaria@odontologiapediatrica.com . 2008.
http://www.odontologiapediatrica.com/farmacologia.
La aplicación de los medicamentos en odontología se está volviendo un verdadero desafío ya que la mayoría de los pacientes no se toman el medicamento de la manera indicada si no que se la toman cuando les duele o cuando se acuerda, por lo que los pacientes se están volviendo resistentes a algunos tipos de medicamentos.
ResponderBorrarMe parece un tema muy interesante, me ayudo a despejar muchas dudas.Felicitaciones
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